Me encanta juntar dos de mis pasiones: la gerencia de proyectos y la cocina. Lo hago con mucha frecuencia, casi a diario, porque se me hace muy difícil quitarme la gorra de gerente de proyectos durante algunas actividades cotidianas, como la preparación del menú familiar, o cuando compro los ingredientes. Siempre considero la ruta crítica a la hora de cocinar y ejecuto varias tareas de manera simultánea, aunque por ahí dicen que el que asa dos conejos se le quema uno.
Si consideramos que cada modalidad de configurar una PMO es un tipo de “cocina”, podríamos imaginar que existen variantes para “cocinar” una PMO. Lo primero a tomar en cuenta es que no hay dos oficinas de proyectos iguales; cada organización tiene sus necesidades, sus problemas, sus expectativas, sus capacidades y sus competencias técnicas y administrativas que hacen que cada PMO tenga su sabor particular. Algún autor escribió que existen tantos tipos de PMO como Oficinas de Proyectos existan en el mundo. Por eso, al momento de configurar una PMO podemos considerar estas variantes: Continúa leyendo La PMO: un plato exclusivo para cocinar